Con
una terrible ansia por elevar su tasa de ganancia, el Capital con el
Partido Popular como títere continúa su campaña para alisar lo
máximo su camino y terminar de adueñarse de los servicios mal
llamados públicos, ésta vez con la privatización de las
residencias universitarias en Castilla-La Mancha.
Con
esta serie de privatizaciones, estamos asistiendo a otro grave ataque
más contra el pueblo trabajador. A veces desde el calor de nuestras
casas no somos conscientes de la gravedad de asuntos como éste,
oímos la palabra privatización y no llegamos a comprender sus
efectos; no es sino cuando bajamos a la calle y hablamos con los
afectados que nos hacemos conscientes de la realidad, cuando vemos que la
privatización de una residencia no consiste tan sólo en que su
gestión cambie de manos, como piensa la mayoría. Los medios nos
cuentan que la privatización es positiva, que mejora el servicio y
que no afecta a los trabajadores, ya que son redistribuídos a otros
centros, pero no nos cuentan sino la mitad de la mentira para que así
muchos terminen creyéndose su cuento. Que una parte de los trabajadores sean recolocados no
significa que no haya despidos, despiden a empleados de la limpieza, de seguridad, conserjería, mantenimiento, etc., de los Institutos de Educación
Secundaria y otros centros educativos para que quienes provienen de las residencias ocupen sus
puestos: estamos viendo cómo centenares de trabajadores y
trabajadoras son despedidas sin miramientos.
No
podemos quedarnos pasivos frente a los ataques que continuamente
lanzan contra nosotros, debemos organizarnos en plataformas y
asambleas independientes, donde los afectados den su trabajo y luchen
contra la dictadura que nos asola, cuando tocan lo público nos tocan a todos, si los servicios
como la educación los paga el pueblo deben servir al pueblo, y más
allá todavía: debe gestionarlos el pueblo. No basta con que el
Estado financie los centros educativos, ¡tan sólo cuando la
educación sea del pueblo, con el pueblo y para el pueblo podremos
hablar de Educación Pública!
Tan
sólo en Albacete hay alrededor de 100 personas con el fin de su
contrato firmado a raíz del proceso privatizador de las residencias
universitarias, y en la calle protestando por ello no hay ni 50
personas. Y todo por unos sindicatos que se dedican a montar el
chiringuito para sacar la noticia y la foto, todo por que los y las
trabajadoras afectadas y desamparadas de referente, en ausencia de un
elemento aglutinador y organizador, desisten en la lucha, y quienes
no lo hacen tan sólo tienen la opción de salir a bailarle el
chiringuito a CCOO y UGT.
Pero
estas personas han de saber que existen alternativas al margen de
estos oportunistas, que para organizarse no necesitan de los
traidores que firman pactos en contra de los trabajadores que dicen
defender, que el pueblo trabajador no necesita recurrir a nadie, que
ellos y ellas mismas pueden organizarse y luchar contra los ataques
que sufren y la miseria a la que son condenadas.
¡Ciudadanas
y ciudadanos explotados, luchemos por una organización de los y las
trabajadoras independiente! ¡Por un sindicalismo real y combativo!
¡Que nosotros y nosotras somos quienes tenemos el verdadero poder
para cambiar nuestra situación!
¡NO
más privatizaciones, NO más recortes, NO más ataques contra el
pueblo!
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