Con motivo del Primero de Mayo, es más necesario que nunca reivindicar el sentimiento de orgullo de quien, perteneciente o no a la clase obrera, trabaja sin descanso y subordina su vida a la causa de la lucha proletaria; el orgullo de todo aquel y toda aquella que toma partido en el bando de los oprimidos.

Los creadores de opinión de la clase dominante nos presentan a través de todos los medios a su disposición, el día del Primero de Mayo como símbolo del trabajo en su término más abstracto, se niegan a reconocer y consiguen que una gran parte de la clase no reconozca este día en su más amplio sentido, y es nuestro deber tornar esta concepción burguesa tan arraigada en nuestro pueblo.

A finales de Abril de este año, 2013, nos han llevado a la situación de superar los 6 millones de personas paradas con casi el 40% de Albacete incluido, y ésto en datos oficiales que no tienen en cuenta a los cientos de miles de personas que se ven forzadas a buscarse el alimento desde fuera de los márgenes de la legalidad burguesa; ni tienen en cuenta a todos los hombres y mujeres que se ven desplazadas a la Formación Profesional ante la ausencia de una salida laboral. Ni a tantos otros sectores de la población que nos llevaría horas enumerar.

Frente a este panorama, no basta con denunciar la explotación ni el expolio que sufrimos per se, no basta condenar las medidas económicas neo-liberales que atentan contra los ya decrépitos restos de las antiguas conquistas del movimiento obrero: hoy más que nunca debemos recordar y reivindicar que el Primero de Mayo es ¡el día de la Clase Obrera! con todas las letras, que representa a todas las personas trabajadoras, paradas, estudiantes, jubiladas, etc., que la conforman y que están inevitablemente unidos por unos intereses objetivos, que no son otra cosa que el derrocamiento del orden social existente y la instauración de la sociedad que sea capaz de satisfacer las necesidades cada vez más crecientes de las generaciones futuras, acabando con este decadente sistema capitalista, e instaurando el Socialismo.

Sin más: ¡Que viva la Clase Obrera! ¡Que viva el Primero de Mayo!