Como dicta el título, el fascismo no se encuentra por encima de la división de la sociedad en clases sociales, antagónicas en intereses debido a la propiedad privada de los medios de producción. Hay que entender que el fascismo no es una forma de poder estatal por encima de los trabajadores y de los capitalistas, el fascismo es el poder de los propios capitalistas, del capital financiero contra todos los explotados.
El fascismo es, de fronteras para dentro, el terror, la represión y el “ajuste de cuentas” contra la clase obrera y todos los sectores de la sociedad que sean mínimamente revolucionarios o contrarios al ideario fascista. Y de fronteras a fuera, el nacionalismo más brutal dedicado a cultivar el odio y la opresión a los demás pueblos.
No se debe olvidar este carácter verdadero del fascismo, ya que su arma de difusión para arrastrar a las masas confusas y cansadas por las miserias propias de la sociedad capitalista, que se intensifican con cada crisis económica, se basa en la demagogia social, en especular con los intereses y necesidades más candentes de la gran masa de trabajadores y trabajadoras. El fascismo, no sólo explota los prejuicios más retrógrados arraigados en la sociedad, sino que también especula con sus ideas más humanas, con sus ideas de justicia e intentan camuflar su toma del poder como una revolución, pero, ¿por qué le interesa al fascismo disfrazarse de revolucionario, de social? Porque la única manera que tienen de asegurarse un apoyo popular es explotar la fe todavía latente de las masas en la revolución y el socialismo, engañándolas y haciéndolas partícipes en la ejecución de su propia condena.
El fascismo actúa al servicio de los intereses del imperialismo dominante, como podemos ver en los sucesos acaecidos en Ucrania, donde los fascistas están en plena toma del poder con el apoyo de la Unión Europea y EEUU, así como con la silenciosa complicidad económica de Rusia, haciendo uso de la ya nombrada demagogia social -que podemos contemplar sin lugar a dudas en el siguiente vídeo- y torturando y reprimiendo al pueblo en su camino.
Veamos cómo actúa esta barbarie fascista que dice levantarse “para ser libres”, “contra la dictadura”, veamos cómo actúan éstos a los que se les llena la boca con la palabra Libertad:
Asaltando
las sedes de organizaciones comunistas, quemando libros y banderas.
También
tenemos el caso de Rostislav Vasilko, miembro del Partido Comunista
de Ucrania, torturado y apaleado en la calle, rompiéndole tres
costillas, el tabique nasal y fracturando su cráneo.
Y
aún así podríamos incluso decir que ha tenido suerte ya que se
encuentra hospitalizado, menos suerte han tenido los cientos de
judíos, homosexuales, inmigrantes, comunistas y anarquistas
torturados y asesinados estas últimas semanas en Ucrania.
Menos
suerte tuvieron los ciudadanos de Crimea que se dirigían en autobus
a una manifestación pacífica contra lo que está pasando cuando
fueron asaltados por hordas fascistas, que les humillaron y
torturaron en la carretera, arrebatándoles sus efectos personales a
los que prendieron fuego. Los prisioneros fueron obligados a cantar
el himno de Ucrania mientras les golpeaban y orinaban, además de
hacer a algunos correr desnudos, mientras les gritaban toda serie de
improperios fascistas como que eran “la vergüenza del país”,
“que no tenían que estar ahí” y que “se fueran de Ucrania
para no volver”.
Testimonios
de los testigos y victimas afirman que los maldijeron, insultaron y
amenazaron con diversos métodos de tortura, que a quien cantaba el
himno en voz baja lo golpeaban y también a quien corría despacio
cuando les obligaron a desnudarse.
Y
no se quedó ahí la cosa, pues los fascistas volvieron a demostrar
que no son más que unos asesinos:
“Yo
vi cómo le dispararon a nuestro conductor de autobús con una
escopeta en la cabeza y otro hombre recibió un disparo en el brazo.
Un hombre disparó delante de mí con un rifle de caza.”
Testimonio de una de las mujeres que viajaban en los autobuses.
Como
vemos, el fascismo entrega al pueblo a los elementos más
reaccionarios y corrompidos de la sociedad pero se acerca al mismo
pueblo con la hipócrita reivindicación de un gobierno honrado e
insobornable, como dijo Dimitrov en su día y no paramos de ver en
todas partes.
El
fascismo “capta a las masas decepcionadas que abandonan los viejos
partidos burgueses, pero impresiona a estas masas por la violencia de
sus ataques contra los gobiernos burgueses.” El fascismo “presenta
su subida al poder como un movimiento “revolucionario” en nombre
de “toda la nación” y para “salvar” a la nación”.
Pero
se disfrace como se disfrace, se presente como se presente y suba al
poder de la forma que sea, lo que está claro es que el fascismo es
“la más feroz ofensiva de los capitalistas contra las masas
trabajadoras.”
Y
que todo trabajador y trabajadora, ¡y en definitiva cualquier ser
humano consciente que esté en contra de toda explotación! debe
organizarse y combatir al fascismo en cada barrio, en cada centro de
estudios, de trabajo, y en cada institución.
¡CONTRA
EL FASCISMO, NI UN PASO ATRÁS!
¡ORGANIZACIÓN
POPULAR Y ACCIÓN DIRECTA!
¡NO
PASARÁN!